En homenaje a la comunidad del Colegio Cumbres

LA ORACION PERDIDA DE GABRIELA MISTRAL

Vanessa Cisterna Rojas

La muerte de las nueve alumnas del colegio "Cumbres" nos conmovió a todos. Ya no queda nada por decir. Los patios del colegio que las vieron jugar y crecer fueron también testigos de la Santa Misa con que la Iglesia, de la cual eran hijas, rogó por sus almas.

Sólo nos cabe esperar que la fe viva que mostró la comunidad del colegio, junto a los padres y familias de las víctimas, fructifique. Que la vida es corta, y Dios nos llama cuando El dispone. Y como dijo nuestro amigo Gonzalo Rojas Sánchez, que esa fe y esa esperanza que asombró al país no acaben aquí.

Como homenaje a la comunidad del Colegio Cumbres queremos sacar del cofre de nuestros recuerdos una preciosa pero desconocida súplica de nuestra Gabriela Mistral al Señor Crucificado:

Oración al Cristo del Calvario

En esta tarde, Cristo del Calvario,

vine a rogarte por mi carne enferma;

pero, al verte, mis ojos van y vienen

de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.

¿Cómo quejarme de mis pies cansados,

cuando veo los tuyos destrozados?

¿Cómo mostrarte mis manos vacías,

cuando las tuyas están llenas de heridas?

¿Cómo explicarte a ti mi soledad,

cuando en la cruz alzado y solo estás?

¿Cómo explicarte que no tengo amor,

cuando tienes rasgado el corazón?

Ahora ya no me acuerdo de nada,

huyeron de mí todas mis dolencias.

El ímpetu del ruego que traía

se me ahoga en la boca pedigüeña.

Y sólo pido no pedirte nada,

estar aquí, junto a tu imagen muerta,

ir aprendiendo que el dolor es sólo

la llave santa de tu santa puerta.
Amén,