En Brasil, la prensa ha publicado una extensa declaración patrocinada por el Instituto Plinio Corrêa de Oliveira, a la cual se adhirieron 33 asociaciones de 21 países (Brasil, Africa del sur, Alemania, Argentina, Australia, Austria, Chile, Colombia, Cuba (en el exilio), EEUU, España, Filipinas, Francia, Inglaterra, Irlanda, Italia, Lituania, Perú, Paraguay, Polonia, Portugal). Se titula “Caluroso y filial homenaje de los discípulos de Plinio Corrêa de Oliveira por su lucha profética en defensa de la Civilización Cristiana” ("Folha de São Paulo", edición del 13 de diciembre), y en ella se sintetiza la lucha llevada a cabo por tan insigne pensador y hombre de acción en las tres Américas y Europa a lo largo de toda su vida.
En los momentos críticos a través de la historia encontramos que la Divina Providencia suscita hombres para cerrar una era y abrir otra. Esto es lo que propiamente define al gran guerrero católico, el Cruzado del siglo XX, Plinio Corrêa de Oliviera
Plinio Corrêa de Oliviera, a los 24 años, cuando fue elegido diputado para la asamblea constituyente. representando a las fuerzas católicas del país. Fue el parlamentario más joven y más votado.
Por sus acciones y enseñanzas durante su vida él dio los ejemplos y formuló los principios que ciertamente destruirán la Revolución que se ha infiltrado en la Iglesia y se ha establecido en los cimientos profundos del orden temporal.
Al igual que una bomba de tiempo, esos principios demolerán la inmensa mentira del Demonio, que es ese "gran paréntesis" insertado en la historia llamado Revolución.
En Italia, el semanario “Il Domenicale” dedica un reportaje de página entera, a cargo del periodista Marco Respinti, titulado “El siglo de Plinio Corrêa de Oliveira”, destacando la influencia que su figura ejerció en el mundo occidental, no obstante el silencio oficial que los grandes medios de prensa concertaron en torno a su figura y a su doctrina.
En Uruguay, los principales diarios del país publicaron, en su edición del día 13 de diciembre, un manifiesto, también de página completa, con un sugerente título: “Plinio Corrêa de Oliveira: el contrarrevolucionario del siglo XX, el precursor de los siglos futuros. Homenaje de Tradición y Acción en su Centenario”. En él se destaca sobre todo la lucha emprendida por el pensador brasileño contra la izquierda católica diseminada en la Iglesia y las estrategias de dominio del comunismo en el ámbito psico –político y social.
Mérito de esta declaración es resaltar el carácter profético de la auténtica cruzada de Plinio Corrêa de Oliveira para defender a la Iglesia y a la Cristiandad de los ataques de la Revolución, especialmente dentro de la Iglesia. Reproducimos lo central del análisis:
“Fue por su acendrado amor a la Iglesia y a la Civilización Cristiana, fruto de un conocimiento y de una comprensión superiores de la doctrina católica y del plan de Dios para la sociedad humana, que Plinio Corrêa de Oliveira, ayudado por la gracia divina, discernió con maestría inigualable la Revolución gnóstica e igualitaria que corroe Occidente y el mundo, pudo frenarla –hasta hacerla retroceder en algunos aspectos- y delinear los trazos de su próxima derrota y del futuro esplendor de la catolicidad”
“Si Brasil su patria, no es hoy una inmensa Cuba; si varias naciones de Iberoamérica evitaron ese triste camino, o se salvaron in extremis de una catástrofe sin retorno, ello se debe en apreciable medida a la acertada acción doctrinaria y a la oportuna denuncia que Plinio Corrêa de Oliveira –en nombre de la Fé- hizo del “izquierdismo en la Iglesia” y del “comuno – catolicismo”.
Con ello erosionó la indispensable base de sustentación –las mayorías católicas- que el comunismo necesitaba para imponerse en América Latina. Y que obispos rojos, como Monseñor Helder Cámara y el Cardenal Silva Henríquez, o sacerdotes guerrilleros como Camilo Torres y los curas tercer mundistas, intentaban con tanto ahinco realizar (...)
Plinio Corrêa de Oliveira fue mucho más que un anticomunista. Fue el contra-revolucionario por antonomasia, que supo ver en el comunismo el resultado de un complejo y secular movimiento histórico; una etapa importante, sin duda, pero mera etapa, de una gran Revolución, que no se limitaba a la ruso-soviética y sus derivados, sino que era la Revolución por excelencia, cuyo fin es la implantación del Reino de Satanás en la Tierra.
El denunció y combatió esa Revolución, fue lo contrario per diametrum de ella hasta en los más mínimos detalles. Pero, sobre todo, fue un católico Contra-revolucionario íntegro que con todo su ser deseaba, anunciaba y construía en su alma ese Reino profetizado en las Escrituras y por los santos, en particular San Luis Grignion de Montfort, el Reino de María, o sea la plenitud de la Civilización Cristiana, la restauración completa del Orden que la Revolución viene destruyendo. El, deseando y procurando siempre nuevos auges y mayores excelencias para la gloria de Dios y grandeza de la humanidad, explicitó y enseñó preciosas doctrinas, gran parte de las cuales aún inéditas.
Que la Santísima Virgen, de quien fue insigne devoto, nos ayude a seguir su ejemplo y a encontrar en él el camino en esta hora en que el caos y la descomposición social se abaten sobre el mundo y apresure el día bendito del advenimiento de su Reino profetizado en Fátima!
El texto completo puede leerse en:
http://www.uruguayautenticotfp.org/cenetenariopco.htm
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