viernes, 6 de noviembre de 2009

Otra derrota de la ideología gay

Maine protege el matrimonio
contra las agresiones de los homosexualistas
(Juanjo Romero, 5/11/2009, American Review)

La confirmación se hace esperar, todavía faltan datos oficiales, pero no quería retrasar el post y poder compartir la alegría: ha ganado el Sí a favor de la familia en el estado de Maine.

No me da tiempo para mucho, pero, como prometí, en estos casos os dejo las notas preparatorias del análisis y os animo a que aportéis vuestras conclusiones. Ya sabéis, notas aún inconexas. Probablemente habrá ocasión de ampliarlas y comentarlas.
1.- Los hechos. Con el 95% ya escrutado, oficiosamente el Sí ha ganado (52.91% de apoyo popular). El martes 3 de noviembre de 2009 se celebraban varias elecciones y referéndum (no sé si en español hay que poner el plural en referenda), entre ellos la consulta popular para derogar la ley del gaymonio aprobada el mayo pasado. El lobby gay, con una conducta poco democrática, pero con muchos precedentes, se niega a reconocer la derrota.

2.- ¡Eso pasa por preguntar! Maine suma el estado número 31 en el que el pueblo ha decidido proteger jurídicamente el matrimonio. Y son 31 porque sólo se ha consultado en 31. La única manera de que prosperen legislaciones o normas que aprueben el gaymonio es por la vía judicial o parlamentaria del tipo «todo para el pueblo pero sin el pueblo».

Había gran expectación. Mucha propaganda homosexual, muchas ilusiones, felizmente truncadas. Después de la victoria de la Proposición 8 en California, el lobby homosexualista quería demostrar que el ambiente era otro, que lo que ocurrió en el Pacífico fue una manipulación y un desliz, que en el Atlántico sería otra cosa. El mundillo gay estaba movilizado, no podía ser que otra vez un grupo de simples ciudadanos, sin apenas recursos les aguaran la fiesta.

Como en el caso de California la desproporción era absoluta, 2 a 1 en cuanto a fondos para la campaña. Pero se ha podido volver a constatar que los cinco estados (Massachusetts ,Vermont, New Hampshire, Connecticut y Iowa) o los siete paises -Bélgica, Canadá, Holanda, Noruega, Sudáfrica, España y Suecia- que han aprobado legislaciones antimatrimonio sólo pueden hacerlo sustrayendo la decisión al pueblo. Y entiendo que para ellos sea un hecho difícil de digerir.

3.- No le pueden echar la culpa al empedrado. En California la culpa fue de los mormones, de los católicos, de los negros que nunca acuden pero esa vez fueron a apoyar a Obama o de que la redacción era confusa, pero en el fondo la gente quería.
La pérdida en Maine es mucho más dura. Nueva Inglaterra es presuntamente la región USA más tolerante, permisiva, europea con el matrimonio homosexual. El 58% votó por Obama, en la otra consulta del martes el 58.7% de los votantes de Maine aprobaron el uso de la marihuana para usos terapéuticos. Así que aquí no hay clones tejanos de Bush, con sombrero y rifle. Es duro comprobar cómo la Ley Natural está bien arraigada en el corazón del hombre. Cuando hay que pasar de encuestas a hechos se ve que el apoyo no existe. ¿Por qué los socialistas son tan cobardes en España?

Por si quedaban dudas los homofascistas, echaron la toda la carne en el asador. Tal como demuestra el informe «The Price of Prop 8» ha habido una autentica cacería de todo aquel que apoyó la lucha de la Proposición 8 en California: agresiones físicas, vandalismo, mobbing, calumnias, al más puro estilo … (de la ideología) gay. Los mismos hechos se han repetido en Maine, la realidad ha roto todas las encuestas.

4.- Las leyes antinaturales son reversibles. Lo hemos comprobado con las leyes que protegen la vida en México, o en República Dominicana. Hasta ahora los progresistas confiaban en ir ganando plazas poco a poco. El simple hecho de ganarlas era suficiente, no cabía la posibilidad de revocar el progresismo.

El caso de Maine aporta un granito más, es la primera vez que el pueblo deroga una ley (en California fue una decisión judicial, en Hawaii también). Se abren caminos insospechados. Como diría Michael Ende esta historia merece ser contada en otra ocasión.

(http://www.fundacionburke.org/2009/11/05/maine-protege-el-matrimonio-contra-las-agresiones-de-los-homosexualistas/)