(El Mercurio, 30/11/2009)
Con el 62% escrutado, el abanderado del Partido Nacional lograba 55,9% de los votos, frente al 38% de Elvin Santos, del oficialista Partido Liberal.
TEGUCIGALPA.- El hacendado de derecha Porfirio Lobo ganó ayer las elecciones presidenciales de Honduras, cinco meses después de un golpe de Estado que hundió al país en una crisis política. Según el primer informe del Tribunal Supremo Electoral (TSE), con el 62% de los sufragios escrutados, Lobo, del opositor Partido Nacional (PN, de derecha) lograba un 55,9% de los votos, contra un 38% del abanderado oficialista Elvin Santos.
Tras conocer los primeros resultados, los partidarios de Lobo se lanzaron a las calles a festejar el triunfo, lanzando petardos, con estridente música y haciendo sonar las bocinas de sus automóviles. Desde el centro histórico de la ciudad hasta el elegante boulevar Morazán, resonaron los gritos de "Pepe Presidente".
Las elecciones de ayer se realizaron con una masiva participación y en un ambiente de calma, en unos polémicos comicios que no serán reconocidos por muchos países de América Latina por estimar que no se dieron las condiciones para un proceso democrático, aunque Estados Unidos sí los respaldó.
Pese al clima de fuerte división política entre los seguidores del gobierno provisional de Roberto Micheletti, que exhortaron a votar, y los del derrocado Mandatario Manuel Zelaya, que instaban a boicotear las elecciones y a permanecer en sus casas, una fuerte presencia de electores comenzó a fluir a las urnas desde las 7:15 de la mañana locales (10:15 en Chile), cuando el presidente del TSE, Saúl Escobar Andrade, al grito de "empieza la votación", abrió los colegios electorales.
Durante la jornada, el ex embajador de Estados Unidos en Honduras James Creagan, quien acudió en calidad de observador, aseguró que el proceso electoral era "una maravilla" porque había "mucha gente votando".
El secretario ejecutivo del TSE estimó en 35% el nivel de abstencionismo. "Esto sería más bajo que el 45% que se registró en el 2005", cuando resultó electo Zelaya, dijo el funcionario, Alejandro Martínez.
Más de 4,6 millones de hondureños fueron convocados a participar en estas votaciones en que, además de diputados y alcaldes, se elegirá a un Presidente para encabezar un gobierno que reemplazará la administración provisional surgida tras el golpe militar del 28 de junio.
Un fuerte despliegue militar y policial resguardó el orden público en todo el país. Se informó de la explosión de una bomba en la ciudad de La Paz, al norte de Tegucigalpa, que cortó el tendido eléctrico, paralizando por algunos momentos la votación. También hubo un enfrentamiento entre la policía y militantes de Zelaya en la ciudad de San Pedro de Sula.
Desde tempranas horas, "El Mercurio" estuvo recorriendo Tegucigalpa y pudo apreciar una creciente participación. En la popular colonia (barrio) Faldas del Pedregal hubo una concurrencia masiva de los electores de las 258 casas que conforman la población, según indicaron varios de sus residentes.
Más al centro de la ciudad, en la escuela Manuel Soto, también se presenciaba una creciente concurrencia, que ingresaba al lugar de votación.
Pero hubo también algunos que no quisieron sufragar. "Yo no voy a votar. No me voy a hacer cómplice de un acto ilegítimo", expresó un zelayista en El Pedregal, uno de los sectores capitalinos de mayor actividad del Frente de Resistencia al Golpe de Estado en Honduras (una alianza de unas 50 organizaciones de obreros, campesinos, maestros y estudiantes) que salió a las calles a exigir la restitución de Zelaya en el poder.
Micheletti sufragó en la ciudad de El Progreso, al norte. Tras depositar su voto, llamó a sus conciudadanos a concurrir al acto electoral. "Demuestren al mundo entero que Honduras es una democracia. Esperamos que los gobiernos entiendan que somos hombres y mujeres que queremos vivir en democracia y que no hay ni dinero ni petróleo del mundo que pueda doblegar el espíritu y la responsabilidad que este pueblo tiene con la democracia", dijo.
El triunfador Porfirio Lobo manifestó que las elecciones son la salida a la crisis. "Esta elección marca, sin lugar a dudas, un paso a un gobierno de unidad nacional que deberá cambiar todo", dijo Lobo.
La percepción es que muchos hondureños, de diversos estratos sociales y partidos políticos, ven en estas elecciones el fin de la crisis política.
Tanto es así que el candidato César Ham, del opositor partido Unificado Democrático, que hasta hace poco llamaba a no participar en las elecciones, ayer hizo un fervoroso llamado a hacerlo. Tras sufragar en la Escuela Melgar Castro, en la capital, declaró a este diario: "He llamado al pueblo que está en la resistencia a votar, porque quedarnos en la casa nos hace cómplices de esta dictadura. Además, la violencia no va a resolver los problemas del país".
Manuel Zelaya: "Ha habido un 60 por ciento de abstención"
Su voz suena fuerte y segura. Es el depuesto Mandatario Manuel Zelaya, quien en diálogo telefónico con "El Mercurio" desde la embajada de Brasil en esta ciudad, donde se encuentra refugiado desde fines de septiembre, aseguró que "esta elección ha sido un total y absoluto fracaso, porque ha habido un 60 por ciento de abstención a nivel nacional".
A una consulta acerca de cómo podía asegurar tal situación, Zelaya dijo que su información es de "primera mano", puesto que su movimiento tenía observadores en todos los municipios y lugares de votación.
"Ellos me han informado que la gente no ha concurrido masivamente a votar, como quería la dictadura, sino todo lo contrario. Ha quedado demostrado que el pueblo hondureño es un pueblo digno que no se deja avasallar ni manipular por una dictadura, por muy poderosa y abusiva que ésta sea", recalcó.
"Tapabocas"
"Esto es un gran tapabocas para la dictadura, para el dictador Micheletti, y para la política de EE.UU. que ha avalado un proceso ilegal y viciado", añadió.
El 2 de diciembre próximo el Congreso debatirá si restituye a Zelaya en el poder, ante lo cual el gobernante depuesto advirtió que, de darse así, "no aceptaré la restitución. Sería avalar el golpe de Estado y la farsa electoral, sería perder mi dignidad y mi honor, que es lo que me queda en esta vida".
En la noche, Zelaya aseguró que es "amigo personal" del vencedor de la jornada, Porfirio Lobo, pero dijo que le separan "diferencias políticas muy grandes".
Respecto de lo acontecido durante los últimos días en que se han registrado hechos de violencia y bombazos, actos que el gobierno provisional atribuyó a militantes zelayistas, aclaró: "A nosotros no nos pesa en nuestras conciencias ni un solo militar muerto, ni un solo policía muerto. Ni torturados ni desaparecidos. Quien sí ha atentado contra los derechos humanos de los hondureños es Micheletti, quien tarde o temprano tendrá, al igual que sus colaboradores, que responder ante la justicia".
División en el exterior
Hasta ahora, sólo Costa Rica, Panamá y Perú han anunciado que reconocerán los comicios organizados bajo el gobierno provisional.
La mayoría de países latinoamericanos, como Argentina, Brasil, Venezuela, Nicaragua, Guatemala y Uruguay, han dicho que no los reconocerán.
El Presidente venezolano Hugo Chávez criticó la "farsa electoral" de los comicios hondureños, "a todas luces" la segunda etapa de "un golpe de Estado", en su columna dominical publicada en la prensa venezolana.
Estados Unidos ha afirmado que reconocerá al nuevo gobierno si los comicios se desarrollan de manera libre y transparente. La OEA, que suspendió a Honduras luego del golpe de Estado, no logró un consenso y la Unión Europea (UE) no se ha pronunciado aún sobre estas elecciones.
Ayer el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que está en Portugal, donde se celebra la XIX Cumbre Iberoamericana, anunció que ese organismo se reunirá el 4 de diciembre para analizar la situación, luego que el Parlamento hondureño decida si el derrocado Manuel Zelaya reasume su cargo o no.
Observador chileno
Eugenio Guzmán , decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, quien fue invitado a participar como observador de los comicios hondureños, calificó como "impecable" el proceso electoral, el que -destacó- "tuvo niveles de participación superiores a la elección en que fue elegido el ex Presidente Zelaya". "Hemos visto un proceso prolijo, tranquilo", dijo.
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