El lobby gay pierde las elecciones USA
(Juanjo Romero, Infocatólica, 5/11/2008)
Las posturas de apología del aborto de políticos ‘católicos’ como Pelosi —la «Presidenta del Congreso»— o Biden —el hoy vicepresidente— han servido para que los católicos useños, con sus obispos a la cabeza, saltasen a la arena, con valentía.
Sinceramente creo que los frutos los veremos pronto, el caminó comenzó a andarse.
Pero estos americanos son muy raros, y aprovechan las convocatorias de elecciones para someter a sufragio leyes que consideran importantes. En estos comicios se votaba sobre 153 propuestas en 36 estados. La verdad es que muy heterogéneas, desde once de ellas que preguntaban sobre la apertura de casinos, a otras tres sobre la prohibición del matrimonio homosexual.
Yo estaba especialmente atento a una batalla que creí perdida —hombre de poca fe—, fundamentalmente por la desproporción de medios: la proposition 8 en California.
Estos benditos, pretendían volver a introducir en la constitución del Estado que «sólo el matrimonio entre un hombre y una mujer es válido o reconocido en California», esta simple adición deja fuera de la ley los innumerables intentos para reconocer el gaymonio. En Arizona y Florida, terminado el escrutinio, han salido adelante las propuestas, se protege el matrimonio entre hombre y mujer, uniéndose a otros 26 estados que ya habían aprobado leyes de protección de la familia en las elecciones de 2000 y 2004; en Arkansas además se protege la adopción, limitándola a parejas casadas (por lo tanto los artificios que utilizaba el lobby gay quedan también fuera de la ley).
Sin embargo el caso de California era singular. Por un lado, la Prop 8, como se la conoce, era una iniciativa ciudadana, promovida por distintas plataformas agrupadas en la ProtectMarriage.com. Por otro lado era el segundo asalto.
Sorpresivamente se ganó en 2004 (con el 61%) una iniciativa similar —la Prop 22—, pero mediante prácticas de filibusterismo leguleyo (que os ahorro), fue obviada y se aprobó la ley que reconocía el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La batalla era desigual, se tenía a la clase política en contra, a los medios de comunicación en contra, a la farándula ( Spielberg y Brad Pitt encabezan la lista de donantes al movimiento No Prop 8) en contra; Google y Apple donan a la campaña contra al Prop 8 un cuarto de millón de dólares. Cuatro años de machaque continuo, de una campaña sistemática para normalizar.
En medio de la intolerancia, e incluso violencia física, del lobby gay destacan los actos heroicos, unas veces anónimos, otras con trascendencia como la del obispo Soto. Al buen hombre le invitan a la National Association of Catholic Diocesan Lesbian and Gay Ministries (creo que no necesita traducción), y con un par, decide acudir a explicar la postura de la Iglesia. Ya sabemos cómo se las gastan los del lobby cuando están agrupados —por ejemplo en 1973, con técnicas propias de la mafia, consiguen que en contra de la opinión de la práctica unanimidad de los psiquiatras se redefina el concepto de homosexualidad—.
Pues Soto se presenta y les suelta un discurso para enmarcar. La prensa lo tituló It is sinful —Es pecado—, pero se quedaron en la superficie. Es un canto al amor, a la castidad, a la visión positiva de la persona, a que un homosexual es un buen cristiano pero la práctica de la homosexualidad no lo es. El estado de sock de la audiencia obligó al moderador a pedir perdón: no sabía lo que iba a decir el obispo, llegó a balbucear.
Escribo esto con un 91% del voto escrutado: 4.922.675 (52%) apoyan la Prop 8, 4.577.453 están en contra. Y aunque los representantes del lobby gay piden prudencia, creen que ese 9% les dará la victoria, ya han declarado esta jornada como día de la rabia (tendremos que prepararnos para recibir con la acostumbrada saña que estilan).
De confirmarse esta increíble noticia (en California ganó Obama con un 61%) crearía un precedente de que es posible la marcha atrás en las leyes contra la familia y la vida. Ya se está especulando si la ley es retroactiva a los gaymonios actuales.
La parte negativa es que no salieron adelante las propuestas de limitación del aborto. Pero la semilla está plantada. Hace más de cien años el partido Demócrata era el partido de la esclavitud, del Sur que se levantó contra el Republicano Abraham Lincoln. Hoy vuelve a estar, como toda la progresía, en contra de los débiles, de los desfavorecidos. Esta guerra cultural también la perderán.Y parafraseando a Donoso Cortés, que el mal venza es lo natural, que lo haga el
bien es sobrenatural. Pongamos los medios.
(Juanjo Romero, Infocatólica, 5/11/2008)
Las posturas de apología del aborto de políticos ‘católicos’ como Pelosi —la «Presidenta del Congreso»— o Biden —el hoy vicepresidente— han servido para que los católicos useños, con sus obispos a la cabeza, saltasen a la arena, con valentía.
Sinceramente creo que los frutos los veremos pronto, el caminó comenzó a andarse.
Pero estos americanos son muy raros, y aprovechan las convocatorias de elecciones para someter a sufragio leyes que consideran importantes. En estos comicios se votaba sobre 153 propuestas en 36 estados. La verdad es que muy heterogéneas, desde once de ellas que preguntaban sobre la apertura de casinos, a otras tres sobre la prohibición del matrimonio homosexual.
Yo estaba especialmente atento a una batalla que creí perdida —hombre de poca fe—, fundamentalmente por la desproporción de medios: la proposition 8 en California.
Estos benditos, pretendían volver a introducir en la constitución del Estado que «sólo el matrimonio entre un hombre y una mujer es válido o reconocido en California», esta simple adición deja fuera de la ley los innumerables intentos para reconocer el gaymonio. En Arizona y Florida, terminado el escrutinio, han salido adelante las propuestas, se protege el matrimonio entre hombre y mujer, uniéndose a otros 26 estados que ya habían aprobado leyes de protección de la familia en las elecciones de 2000 y 2004; en Arkansas además se protege la adopción, limitándola a parejas casadas (por lo tanto los artificios que utilizaba el lobby gay quedan también fuera de la ley).
Sin embargo el caso de California era singular. Por un lado, la Prop 8, como se la conoce, era una iniciativa ciudadana, promovida por distintas plataformas agrupadas en la ProtectMarriage.com. Por otro lado era el segundo asalto.
Sorpresivamente se ganó en 2004 (con el 61%) una iniciativa similar —la Prop 22—, pero mediante prácticas de filibusterismo leguleyo (que os ahorro), fue obviada y se aprobó la ley que reconocía el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La batalla era desigual, se tenía a la clase política en contra, a los medios de comunicación en contra, a la farándula ( Spielberg y Brad Pitt encabezan la lista de donantes al movimiento No Prop 8) en contra; Google y Apple donan a la campaña contra al Prop 8 un cuarto de millón de dólares. Cuatro años de machaque continuo, de una campaña sistemática para normalizar.
En medio de la intolerancia, e incluso violencia física, del lobby gay destacan los actos heroicos, unas veces anónimos, otras con trascendencia como la del obispo Soto. Al buen hombre le invitan a la National Association of Catholic Diocesan Lesbian and Gay Ministries (creo que no necesita traducción), y con un par, decide acudir a explicar la postura de la Iglesia. Ya sabemos cómo se las gastan los del lobby cuando están agrupados —por ejemplo en 1973, con técnicas propias de la mafia, consiguen que en contra de la opinión de la práctica unanimidad de los psiquiatras se redefina el concepto de homosexualidad—.
Pues Soto se presenta y les suelta un discurso para enmarcar. La prensa lo tituló It is sinful —Es pecado—, pero se quedaron en la superficie. Es un canto al amor, a la castidad, a la visión positiva de la persona, a que un homosexual es un buen cristiano pero la práctica de la homosexualidad no lo es. El estado de sock de la audiencia obligó al moderador a pedir perdón: no sabía lo que iba a decir el obispo, llegó a balbucear.
Escribo esto con un 91% del voto escrutado: 4.922.675 (52%) apoyan la Prop 8, 4.577.453 están en contra. Y aunque los representantes del lobby gay piden prudencia, creen que ese 9% les dará la victoria, ya han declarado esta jornada como día de la rabia (tendremos que prepararnos para recibir con la acostumbrada saña que estilan).
De confirmarse esta increíble noticia (en California ganó Obama con un 61%) crearía un precedente de que es posible la marcha atrás en las leyes contra la familia y la vida. Ya se está especulando si la ley es retroactiva a los gaymonios actuales.
La parte negativa es que no salieron adelante las propuestas de limitación del aborto. Pero la semilla está plantada. Hace más de cien años el partido Demócrata era el partido de la esclavitud, del Sur que se levantó contra el Republicano Abraham Lincoln. Hoy vuelve a estar, como toda la progresía, en contra de los débiles, de los desfavorecidos. Esta guerra cultural también la perderán.Y parafraseando a Donoso Cortés, que el mal venza es lo natural, que lo haga el
bien es sobrenatural. Pongamos los medios.
(http://infocatolica.com/blog/delapsis.php/el_lobby_gay_pierde_las_elecciones_usa)
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