¿HACIA DÓNDE VA LA OEA?

¿Hacia dónde va la OEA?
(Julio Alvear Téllez)

(Publicado en "El Mercurio", de Santiago de Chile, 7 de julio)

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Hay una interrogante que don José Miguel Insulza viene dejando sin respuesta en sus últimas actuaciones como Secretario General de la OEA, y que comienza a motivar el desconcierto de diversos analistas a nivel internacional. ¿La elección democrática ampara cualquier tipo de abuso de las funciones presidenciales? ¿Qué viene a ser la democracia para la OEA?
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La pregunta no es banal. De un modo persistente la actual directiva de la OEA ha hecho la “vista gorda” a todas las imputaciones de “déficit” democrático del proceso político, social y económico que imponen a sus respectivos países los Presidentes (algunos militares) de la llamada Alternativa Bolivariana de las Américas (Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela). Pareciera que hagan lo que hagan en materia de concentración de poder quienes se adscriben a esta anómala alternativa populista –Zelaya incluido- una suerte de inmunidad les precede. No de otra manera se debe interpretar, a mi juicio, la amenaza de Chávez de agredir militarmente a Honduras, acatada por la OEA con un silencio no menos beatífico como escandaloso.
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Analístas en la prensa internacional de distintas tendencias ya comienzan a notar la falta de ecuanimidad de Insulza, hasta ahora tan razonable. “El Universal” de Caracas ha publicado un fuerte artículo titulado “De hipocrecías y otros golpes que la OEA no ve” (5-7-09). El diario “El País” de España, de conocida tendencia socialista, titula “idiotas contra hipócritas” y dispara: “las torpezas hondureñas son solo superadas por la explosión de hipocrecía que ha desencadenado”. Hipocrecía dice, porque los Presidentes del ALBA, admiradores de la dictadura cubana, y algunos de ellos golpistas, que antes despreciaban a la OEA, hoy piden su ayuda: “tratan a su secretario general, el chileno José Miguel Insulza, como el máximo garante de las democracias latinoamericanas (…) Es por tanto reconfortante ver que Honduras ha hecho recapacitar a Chávez y que ahora trabaja mancomunadamente con Insulza para proteger la democracia (!)” (5-7-09).

En el “ABC” de Madrid (6-7-09) se muestra cómo la OEA con su intervención está enviando al mundo el siguiente mensaje: “poder sólo hay uno, el del Presidente (Zelaya), que puede hacer y deshacer a su antojo, sin tener para nada en cuenta los demás órganos del Estado”. Pero la democracia es de los hondureños y su institucionalidad jurídico-política, no de Chávez y sus validos. “Si la OEA, que, por cierto, acaba de invitar a Cuba a unírsele, quiere ayudar de verdad a resolver la crisis hondureña, lo primero que tiene que hacer es no tomar partido de antemano en el pleito. Luego, insistir en que son los hondureños quienes tienen que llegar a un compromiso sin interferencias externas. Y, por último, recordar aquello, puede que un tanto viejo pero todavía vigente, de que la legitimidad democrática se asienta en los tres poderes del Estado, no en las masas de la calle”.

Tanta falta de independencia del Secretario General de la OEA extraña sobremanera. Por ello, no está de más preguntarse: ¿hacia dónde va la OEA?

http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2009/07/07/hacia-donde-va-la-oea.asp