lunes, 8 de junio de 2009

Juicio a los asesinos comunistas en Camboya

Imagen de una sesión del juicio contra Duch tomada en febrero / AFP PHOTO

Los Jemeres Rojos asesinaron bebés golpeándolos contra los árboles
Bloque entrecomillado
(Fuente: EP/REUTERS; ABC, edición del 8 de junio)

PHNOM PENH (CAMBOYA)
El que fuera director del centro de interrogatorios y torturas del régimen de los Jemeres Rojos en Camboya señaló hoy ante el tribunal que le juzga que le ordenaron ejecutar a los hijos de los detenidos para evitar que buscaran venganza por la muerte de sus padres.

Duch, el primer alto cargo del régimen de Pol Pot (1975-1979) en ser juzgado, afirmó que acepta su responsabilidad en la muerte de niños, que están entre las decenas de miles de personas que fueron ejecutadas en la prisión, pero remarcó que sólo cumplía órdenes.

"Cuando los niños llegaron al centro di la orden de matarles porque teníamos miedo de que esos niños se tomaran venganza", explicó Duch, de 66 años, ante el tribunal auspiciado por Naciones Unidas que juzgará a otros cuatro ex miembros del régimen de los Jemeres Rojos.

Según su testinomio, "tenía que cumplir la política del Partido Comunista" en su gestión de la cárcel S-21, donde aproximadamente 15.000 personas fueron torturadas por ser sospechosas de espiar al régimen o de no acatar el mandato de Pol Pot. Sólo un puñado de personas, algunas de ellas niños, sobrevivieron a la prisión.
Durante la sesión de hoy del juicio contra Duch, el fiscal camboyano preguntó a Duch quién ordenaba a los guardas que mataran a los bebés golpeándolos contra los troncos de los árboles. "Yo no ordené ese crimen, pero creo que mis camaradas lo hicieron", respondió Duch, cuyo nombre real es Kaing Guek Eav.
Los bebés eran asesinados golpeándoles contra los troncos de los árboles
El ex director de la S-21 se enfrenta a la pena máxima de cadena perpetua si es hallado culpable de los delitos de los que está acusado: crímenes de guerra, crímenes contra la Humanidad, tortura y homicidio.

Se espera que su juicio sirva como testimonio clave en los futuros procesos contra antiguos miembros del régimen, ya que sólo él ha admitido su culpabilidad. Los otros cuatro -el 'hermano número dos', Noun Chea; el ex presidente Khieu Samphan; el ex ministro de Exteriores Ieng Sary, y la mujer de éste y ex ministra de Asuntos Sociales- han negado que tuvieran conocimiento de las atrocidades que se cometieron en Camboya.

Genocidio urbano: Entre 1975 y 1979 murieron en este país asiático casi dos millones de personas. Fueron ejecutadas o fallecieron por agotamiento en los campos de trabajos forzados o de inanición dentro de una drástica política de reubicación de la población de los principales centros urbanos hacia el campo como una medida determinante hacia el tipo de comunismo que deseaba implantar el líder del régimen, Pol Pot.

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