sábado, 28 de marzo de 2009

SANTA TERESA DE LISIEUX Y LAS CRUZADAS

.

Me quedé dormida un segundo durante la oración. Y soñé que hacían falta soldados para una guerra. Tú dijiste: Hay que mandar a sor Teresa del Niño Jesús. Yo respondí que hubiera preferido mucho más que fuera para una guerra santa. Finalmente, partí, lo mismo.
No, yo no hubiera tenido miedo de ir a la guerra. ¡Qué feliz hubiera partido, por ejemplo, en tiempos de las cruzadas para combatir a los herejes! ¡Ya lo creo! ¡No hubiera tenido miedo a toparme con la espada!
(4.8.6)
.
¿Es posible que yo, que deseaba el martirio, me muera en una cama? (4.8.7)
.
(“Ultimas conversaciones”, del “Cuaderno amarillo” de la Madre Inés, 4 de agosto de 1897)

No hay comentarios: